LOS NUEVOS GOBERNANTES SECCIONALES

LOS NUEVOS GOBERNANTES SECCIONALES




El ingreso de nuevas autoridades, a los gobiernos seccionales, es siempre razón de expectativa ciudadana, respecto a cuáles serán sus acciones y prioridades; expectativa plenamente justificada, si se considera que lo que hagan o dejen de hacer las noveles autoridades, afectará significativamente la vida de quienes habitamos la circunscripción por ellos administrada.

Es de esperar,  que  la gobernanza,  se asuma desde una visión política, económica,  administrativa, técnica y eficiente.

Políticamente,  acorde a los postulados promulgados durante la campaña: atención a los sectores sociales con mayores dificultades de supervivencia, con propuestas esencialmente humanistas, Económicamente, atendiendo a las prioridades de la población, a través del uso eficiente y eficaz de los siempre escasos recursos económicos de que disponen los distintos gobiernos locales; y administrativamente, confiando la compleja labor  de gobierno, a profesionales  competentes y honestos, que garanticen calidad en la gestión pública, y calidez en el trato a los mandantes

Es imprescindible que se cumpla con los planes de desarrollo estratégico, diseñados por expertos y con la participación de representantes de la ciudadanía, mismos que  están  vinculados a la planificación provincial y nacional, consecuentemente, deben constituirse en el guión general de los gobiernos locales, tan al margen, como sea posible, de la coyuntura política circunstancial, que responden a intereses de pequeños grupos o peor aún a compromisos personales  adquiridos en tiempo de campaña.

Los pueblos necesitan seriedad, seguimiento y continuidad, en el cumplimiento de su planificación estratégica hacía un desarrollo integral sostenible, que parta desde el ser humano y para su bienestar.

La  otra opción, que esperamos  nadie la tome;  es empezar a despilfarrar los siempre escasos recursos públicos en obras parches, o de relumbrón, que no se enfocan a la solución de los problemas fundamentales de la gente, y no aportan al mejoramiento significativo de la calidad de vida de la comunidad, especialmente de los sectores que no disfrutan de la mayor parte de la riqueza social, satisfaciendo apetitos egoístas de grupúsculos privilegiados  o individuos inescrupulosos, que se sirven del poder para beneficiarse personalmente de la cuota administrativa conseguida en las últimas elecciones.

Ojalá y las nuevas administraciones, abandonen definitivamente esa vieja y dañina forma de hacer gobierno, en la que predominan componendas, amarres y todo tipo de arreglos poco decorosos, que se manejan con entendimientos tácitos o expresos;  pues, ya se ve, alrededor de las nuevas autoridades,  una férula de “serviciales”  e “incondicionales” amigos, que con lisonjas bastante gastadas, buscan ser beneficiarios de contratos  y otras formas de distribución de los egresos municipales; esperemos que impere la equidad y el profesionalismo, también en estos aspectos, y no se toleren los halagadores interesados.

Fredy Torres A.
Mayo 15 del 2014.

Ecuador. Más allá de lo aparente

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