La Navidad
“Gesto de amor o expresión de poder”
Tomada de Internet. |
Navidad, fin y comienzo de año, son festividades populares, de gran impacto sobre todo en la llamada sociedad occidental. Su vivencia tiene connotaciones religiosas, culturales, pero sobre todo económicas, porque se anida en el núcleo del capitalismo, el consumismo. Desde esta perspectiva, estas festividades son estructuradas, conservadas y promocionadas desde todos los focos del poder, presentándolas como un acto de amor, de humanismo, de solidaridad y de caridad (aunque se evite a toda costa utilizar este término). Pero en realidad estas fiestas se manifiestan en la práctica como una expresión de poder. Un poder, de cruda evidencia, donde el que tiene (No importa el origen de sus recursos) se solaza en exuberante generosidad, devolviendo a los menos “favorecidos” migas de lo que les ha sustraído durante todo el año ya sea directa o indirectamente. Otros hacen alarde de caridad, y juran que su altruismo es amor por el prójimo, cuando en realidad buscan compensar su depredadora conducta existencial. Y caso aparte, por su coyuntura, de igual génesis y peor perversión teleológica es la “generosidad” de los candidatos en campaña electoral anticipada que despliegan su dadivosa promoción mediante limosnas que buscan comprar el sufragio especialmente de los más humildes, y más reprochable aún cuando su generosidad se manifiesta con recursos públicos.
En este orden de ideas, conviene recordar lo que afirma Foucault, la Escuela de Frankfurt sobre el poder, para combinar ideas y discutir la temática planteada, ya que ello permite enriquecer la visión e interpretación de nuestro entorno del cual formamos parte y consecuentemente, compartimos prácticas vivenciales y una cosmovisión definida.
Para Foucault, el poder es un fenómeno relacional que opera a través de prácticas concretas, discursivas y normativas, y que está presente en todas las esferas de la vida social. No es simplemente represivo, sino que también es productivo, configurando nuestra comprensión de la verdad, la identidad y la realidad. (Foucault, 2012).
Para la Escuela de Frankfurt el poder es un fenómeno multifacético que se expresa a través de estructuras sociales, culturales y económicas y que está íntimamente relacionado con la ideología y la razón (Galafassi, 2002).
En síntesis, en la sociedad contemporánea el poder es producto de la organización económica de la producción. En torno a este proceso se genera un constructo teórico que define, interpreta, explica y justifica el poder, en el contexto del sistema capitalista de producción.
Es hora ya de forjar una visión liberadora, orientada a romper las cadenas del poder y luchar por una sociedad alternativa solidaria, donde el ser humano sea prioridad, desde una propuesta colectiva, construida desde la práctica social, con visión humanista, equitativa, por la dignidad y la vida de todas y todos, no centrada en la satisfacción de los intereses de quienes ostentan el poder económico, político mundial y local.
Fredy Torres A.
Diciembre 16 del 2024.
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