EL DEBATE DE LA LEY DE COMUNICACIÓN





EL DEBATE DE LA LEY DE 



COMUNICACIÓN

Ayer, el Ecuador asistió a un show más, de los que, lamentablemente, se tornan,  otra vez, repetitivos y frecuentes en  la asamblea Nacional. De nuevo, las voces disonantes de Asambleístas de oposición, con alharacas rimbombantes, inundaron el recinto legislativo, diciendo poco y hablando mucho, con el afán supremo de  bloquear el debate y tratamiento de la Ley de Comunicación, obsecuentes  con los intereses de los monopolios de la información,  su cometido  supremo, es  impedir, que  el Ecuador  cuente con una ley regulatoria  de la acción de los medios de comunicación, o,  si ésta, se elabora,  sea un mamotreto legal imposible de cumplirla o hacerla cumplir.

Todo esto, se justifica únicamente, al amparo de la voluntad de los grandes monopolios de la información, que han usado la comunicación como un instrumento de subyugación y dominio para imponer a través de ellos un pensamiento único, prevalente, sobre las demás formas y corrientes de pensamiento,  generando una  opinión unilateral y excluyente, llamada mal mayoritaria, creada mediante el control y manipulación de la información, utilizando para ello multiplicidad de  artilugios y subterfugios, como información descontextualizada, manipulación de emociones, creencias y  sensibilidades colectivas e individuales.
Control y manipulación de la información, que les ha permitido, alcanzar un enorme control sobre la opinión social  y consecuentemente respecto a la  elección de las personas frente a uno u otro sistema de gobierno, y ni que decir respecto a los gobernantes; que desde hace, ya varias décadas, han convertido a las elecciones en un  comercio político, en el que se vende la imagen de los candidatos, asociadas a ciertas ideas, principios  y fines muy generales  que suenan agradables pero se contradicen a sí mismos y se desintegran,  al tiempo de concretarse en la práctica diaria.
Esta realidad, conduce necesariamente a aquello que  irónicamente  dicen defender, tales como la libertad de expresión, ya que el hecho de controlar y manipular la información en  función de un interés dominante exclusivo, es, la mayor censura posible, que se produce en la información, porque toda aquella información que contradiga dicho pensamiento, no será publicada, la opinión disidente  no Saldrá al aire y si lo hace se la apabullará con 100 supuestas razones  emitidas desde el pensamiento  predominante, en consecuencia en estos medios supuestamente independientes  y libres.
La independencia se reduce a los intereses y necesidades de los grupos económicos a que se pertenecen dichos medios, y la libertad, se enmarca en los estrechos límites de  esos mismos intereses.
Por ello es imprescindible que los ecuatorianos que pertenecemos a los sectores populares y que constituimos la  enorme mayoría, estemos vigilantes, expresándonos por todos los medios posibles, a fin de que se cumpla el mandato constitucional y la voluntad popular expresada en las urnas en la última consulta popular, y no permitir el show, el bloqueo  o dispersión de las discusiones  en la Asamblea, por parte de la oposición que en realidad no son sino representantes de protervos intereses de quienes han usufructuado  del dominio y subyugación de las mayorías en beneficio de una cúpula parasitaria, déspota y despreciativa del verdadero Ecuador.
Porqué tenemos derecho a una información realmente libre e independiente, a que se respete nuestro derecho a expresarnos e informarnos libre y críticamente.


Fredy Torres A.
Noviembre 16/2011
torresfrative@hotmail.com

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