NO A LOS TRANSGÉNICOS

NO A LOS TRANSGÉNICOS

RATAS CON TUMORES.
ESTUDIO REALIZADO EN FRANCIA SOBRE CONSUMO DE MAÍZ TRANSGÉNICO
La manipulación irresponsable de la naturaleza, para ciertos grupos de poder ha  significado un gran triunfo científico y especialmente  inconmensurables ganancias económicas,  para la humanidad en su conjunto, ha significado irrecuperables deterioros ambientales, cuyas consecuencias finales se expresan en  la destrucción de la calidad de vida de las personas, especialmente de quienes vivimos en el umbral  (y más adentro) de la pobreza.

Si bien muchos descubrimientos científicos han evitado muertes y mejorado la vida del hombre en el planeta, no es menos cierto, que, cada vez, que se altera la naturaleza, ésta nos pasa una factura bastante alta, y si bien, su costo, a todos incumbe, siempre pesa más en los bolsillos y salud de los más vulnerables.

Similar es la realidad de los productos genéricamente modificados o comúnmente conocidos como transgénicos, presentados por muchos y especialmente por sus patrocinadores como la solución a la baja productividad, a la explotación de los recursos naturales y al hambre en el planeta, sin embargo estudios científicos serios sin  mayores distorsiones políticas, como el estudio realizado por el francés Gilles-Eric Séralini, profesor de biología molecular de la universidad de Caen http://www.youtube.com/watch?v=ty4BTLuK5L0&feature=share&list=UUK3vtEGEsuayKF_xUHyK7RA  confirman que dichos productos son bombas tóxicas que aumentan, hasta, en un seiscientos por ciento, la mortalidad en los animales que consumen estos productos, a más de una serie de enfermedades y malformaciones orgánicas;  amen de la seria contaminación ambiental y alimenticia que el cultivo de estos productos ocasionan en  los distintos lugares de la tierra donde son cultivados.

En realidad ellos (los OGM) son un portentoso negocio para las transnacionales de los alimentos y una poderosa arma de control para los imperios, pero en ningún caso la solución al hambre, a la miseria, a la sobre explotación natural y tampoco a la productividad.

La solución a estos problemas será una adecuada redistribución de la riqueza, la explotación racional de los recursos naturales y un acoger las técnicas de producción natural con una mejor comunicación con la madre tierra, respetándola y valorándola en su justa medida.

Sorprende penosa mente que gobiernos conceptualizados como progresistas propongan abrir la puerta al veneno trangénico. Ojalá se rectifique por el bien de la vida en el planeta.

Fredy Torres A.
Piñas, octubre 11 del 2012.

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