DEFENSORES DE LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN ANTE LA NED
Las expresiones de los señores Emilio Palacios y de Cesar Ricaurte ante la Agencia de La CIA para la intervención en el exterior NED, denunciando el ataque a su libertad de prensa, a sus periodistas, por parte de este gobierno, nos tiene sin cuidado, no debe sorprendernos, la vileza y servidumbre con que actúan estos personajes, pues ellos tienen como misión suprema defender el status quo, que parece pagarles muy bien por sus servicios.
Lo grave es que esas opiniones se multiplican en los medios de desinformación nacional en forma masiva generando una sensación de incertidumbre en las masas populares que únicamente tienen acceso a dichos medios. Ante esta embestida, es ineludible obligación de los ciudadanos consientes de esta realidad buscar difundir por todos los medios posibles la verdad transparente, sobre la nefasta acción de la CIA y sus aliados en la vida de los países del mundo, y en especial en América Latina, donde existe una larga data de atracos y violaciones de los derechos humanos y el irrenunciable derecho de los pueblos a su autodeterminación.
Fredy Torres A.
30/06/2011.
Les adjunto en forma textual un fragmento del articulo de Cuba Debate sobre la Prensa y las Agencias norteamericana subsidiarias de la CIA, en los países Latinoamericanos y Caribeños.
LA TRANSPARENCIA DE LA PRENSA EN EL MUNDO
28 de marzo de 2010: muere en huelga de hambre Rubén Terzagui, preso argentino (1).
24 de mayo de 2010: muere Natalia Sánchez, estudiante en huelga en la Universidad de Puerto Rico (2).
30 de junio de 2010: muere en prisión de Ibagué (Colombia) el preso político Arcesio Lemus (3).
12 de julio de 2010: Policía Nacional Panameña da muerte a siete indígenas de la etnia Ngäbe Bukle (4).
Escríbenos diciendo por qué canal de televisión te has enterado de alguna de las anteriores noticias: cubainformacion@cubainformacion.tv
Roger Noriega, subsecretario de Estado en el gobierno de George W. Bush, ha confesado recientemente en un programa radial que en 2002 James Cason fue enviado a La Habana, como jefe de la oficina diplomática de EE.UU., con un objetivo preciso: tensar aún más las relaciones con Cuba y provocar su expulsión de la Isla (5). Para ello, hizo público y notorio lo que durante años diferentes gobiernos de EEUU había desarrollado con discreción: el apoyo económico y logístico a los llamados “grupos disidentes” y “periodistas independientes” de la Isla. Agentes cubanos infiltrados aportaron las pruebas de esta relación, y los tribunales cubanos condenaron a 75 personas a largas penas de prisión (6).
Manuel David Orrio, periodista y una de las personas que presentó las pruebas de la conexión de estas personas con la oficina diplomática norteamericana, decía hace poco a Cubainformación: “Ellos recibían su dinero –yo también, por supuesto-, lo cobraban en cualquier banco o lugar donde pudieran usar una tarjeta Transcard. Pero cuando le seguías la pista al dinero, ibas a parar a las (entidades ligadas al gobierno de EEUU) National Endowment for Democracy (NED), a la United States Agency for International Development (USAID), etc. En los registros que se hicieron se ocuparon más de 100.000 dólares solo en efectivo”.
7 años después, el Gobierno cubano ha puesto en libertad a quienes aún estaban encarcelados, y una buena parte han sido acogidos en territorio español por el Gobierno de Madrid. Una gran campaña de propaganda mediática ha reconvertido a colaboracionistas de una superpotencia en inocentes y desamparados “prisioneros de conciencia”.
Manuel David Orrio, periodista y una de las personas que presentó las pruebas de la conexión de estas personas con la oficina diplomática norteamericana, decía hace poco a Cubainformación: “Ellos recibían su dinero –yo también, por supuesto-, lo cobraban en cualquier banco o lugar donde pudieran usar una tarjeta Transcard. Pero cuando le seguías la pista al dinero, ibas a parar a las (entidades ligadas al gobierno de EEUU) National Endowment for Democracy (NED), a la United States Agency for International Development (USAID), etc. En los registros que se hicieron se ocuparon más de 100.000 dólares solo en efectivo”.
7 años después, el Gobierno cubano ha puesto en libertad a quienes aún estaban encarcelados, y una buena parte han sido acogidos en territorio español por el Gobierno de Madrid. Una gran campaña de propaganda mediática ha reconvertido a colaboracionistas de una superpotencia en inocentes y desamparados “prisioneros de conciencia”.
Para ello, los medios han aplicado la censura total sobre las verdaderas causas de su encarcelamiento en la Isla: la recepción probada de fondos del gobierno de EEUU y el trabajo a su servicio. En una de las innumerables apariciones en los medios, dos de los excarcelados, con la colaboración del periodista de Televisión Española, trataban de hacer creer a la audiencia que las pruebas acusatorias ante los tribunas cubanos habían sido la tenencia de lapiceros y de una máquina de escribir, y no los cheques cobrados.
El gobierno de George W. Bush subió la asignación a todo tipo de “disidentes” y “periodistas independientes” en Cuba de 3,5 millones de dólares en 2000 a 45 millones en el 2008 (7). Y el actual gobierno de Obama aprobó 20 millones de dólares en el año fiscal 2008-2009 (8). El delito de colaboracionismo con una potencia extranjera está tipificado en el código penal de casi todos los países del mundo. En el caso de un país del Tercer Mundo como Cuba, el castigo a quienes reciben dinero de la superpotencia que somete a la Isla a un bloqueo rechazado por la Comunidad Internacional, está aún más justificado (9).
Citemos un ejemplo de cómo los medios censuran la información inconveniente. En varios diarios se afirma que, entre otros excarcelados, Normando Hernández González “trabajaba para Radio Martí”, medio que definen con un curioso eufemismo: “emisora con sede en Estados Unidos” (10). Ninguno de los medios explica que esta “emisora con sede en Estados Unidos” pertenece al gobierno y fue creada por Ronald Reagan en 1985 para la guerra de propaganda contra Cuba (11). Hasta 2008, el gobierno de EEUU había destinado más de 600 millones de dólares a Radio y Televisión Martí, que emiten hacia Cuba, violando todas las convenciones internacionales sobre telecomunicaciones, desde un avión militar EC-130 perteneciente a la Unidad de Guerra Psicológica de las Fuerzas Armadas norteamericanas (12).
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